McDonald’s cierra el restaurante de Castellón propiedad del franquiciado que lo llevó a los tribunales
En plena campaña de verano, la cadena de comida rápida americana McDonald’s ha cerrado uno de los establecimientos que tenía franquiciado en Vinaròs (Castellón) tras 20 años desde que comenzara el servicio de explotación. Este cierre ha tenido lugar después de un largo enfrentamiento entre el franquiciado Luis Cañizares y la empresa, y ha resultado con la clausura del local durante un periodo de un año y sus 15 empleados en un Expediente de Regulación Temporal del Empleo (ERTE).
Así, el establecimiento cerró sus puertas el pasado 15 de julio en un gesto que no cuadra mucho con las prácticas a las que McDonald’s nos tiene acostumbrados. Hay que tener en cuenta que la cadena de comida rápida lleva años inmersa en un litigio con Luis Cañizares, que llegó a lograr que McDonald’s modificara sus contratos a nivel mundial para protegerse legalmente, dado que hasta entonces la forma en que estaba redactado lo hacía vulnerable frente a determinadas reclamaciones.
Concretamente, el establecimiento estaba ubicado en el centro comercial Portal del Mediterráneo. El conflicto entre ambas partes se remonta al pasado 2016, momento en el que el franquiciado optó por abandonar el COOP, una asociación de franquiciados españoles a la voluntariamente se inscribió tras firmar el contrato con la cadena. Esta asociación es la encargada de gestionar el 4% que cada restaurante tiene que aportar a la central en conceptos tales como publicidad y promoción.
De este modo, a pesar de que desde la franquicia se les comunicó a los empleados del establecimiento que la reapertura del local tendría lugar en un plazo de cuatro meses, finalmente esta no tendrá lugar hasta dentro de un año. Así, los trabajadores tendrán que permanecer en el ERTE al menos hasta el mes de julio del año que viene. El pretexto que desde la empresa han dado a los empleados afectados es que el local no cuenta con la maquinaria logística necesaria.
Condena
Anteriormente, McDonald’s ya tuvo que hacer frente a una sentencia del juzgado de instrucción 1 de Castellón a la que tuvo acceso este periódico y que condenaba a la empresa estadounidense a devolver 3,7 millones de euros a un franquiciado por los gastos logísticos que, según dice, cargó a la franquicia sin que haya ningún contrato que indique que debe ser ésta quien pague.
Según la sentencia «se deduce que no hay ningún contrato escrito entre el franquiciado y Havi, más allá del suministro de bienes, sino solo entre esta mercantil y McDonald’s, y el único vínculo del franquiciado con Havi es a efectos de suministro de mercaderías y pago de las mismas a Havi».
Este fallo judicial fue el resultado de un procedimiento entre McDonald’s y uno de sus franquiciados que, descontento con algunos puntos de su relación contractual, dejó de pagar a los restaurantes de comida rápida, que demandaron. La justicia estimó parcialmente sus reclamaciones y estableció que ambas partes habían incumplido su contrato, y además ordenó a los franquiciados a pagar 793.123 euros a McDonald’s más intereses anuales del 15%.